EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



jueves, 26 de agosto de 2010

FIN DE UNA TEMPORADA GRIS






En esta serie de escritos sobre la temporada granadinista 1972-73 sólo nos falta por contar el desenlace en forma de los dos últimos partidos que a nuestro Granada le faltaban por disputar en la liga oficial de Primera.

El primero de ellos es el que correspondía a la jornada 33 y penúltima, en casa y frente a un rival que todavía luchaba por el título de campeón, el Barcelona, a sólo dos puntos del líder At. Madrid. Por su parte, el Granada daba por hecha la permanencia, casi asegurada desde la victoria ante el Las Palmas de dos domingos atrás. Pero el caso es que matemáticamente todavía podíamos habernos llevado un disgusto pues sólo tres puntos nos separaban del tercero por la cola. Menos mal que en las dos jornadas que faltaban había enfrentamientos entre rivales directos y sólo una hecatombe podía amenazar la permanencia.

El 13 de mayo de 1973, en Los Cármenes, el Barça, que no atravesaba una de sus mejores épocas y sin los añorados ex granadinistas De la Cruz y Barrios, fue muy superior y en la primera parte obtuvo los dos goles por ninguno en contra que le dieron la victoria, obra de Martí Filosía y Pérez. En la segunda parte hubo alguna oportunidad de golear para Porta, pero el mañico a estas alturas de liga parecía haber agotado todas sus capacidades ante las porterías contrarias y desde hacía diez jornadas, cuando en la 23 le marcó un gol al Madrid, no había vuelto a anotar y sólo nos ofrecería un gol más esta temporada, pero fue ya en Copa.

La visita del Barcelona elevó los negativos a cinco, pero a pesar de la derrota quedó asegurada la permanencia ya de forma matemática porque aunque sólo dos puntos nos separaban del tercero por abajo, sólo podían darse combinaciones de empates en los que el Granada era el beneficiado. Sólo faltaba por disputarse la jornada 34 y última y en ella el Granada tenía que visitar al colista y ya descendido Burgos. Menos mal que estaba todo resuelto porque los nuestros, sobre un terreno de juego embarrado y con grandes charcos, cosecharon una nueva derrota (2-1) con la que decir adiós definitivamente a una liga de tonos bastante grises para los rojiblancos. Dueñas hizo el único gol granadinista faltando poco para el final.

Total, un decimotercer puesto final que a nadie satisfizo, de la misma forma que tampoco lo hizo el pobre juego ofrecido por los rojiblancos a lo largo de una temporada que tuvo más de mala que de buena. Nueve partidos ganó el Granada, once empató y perdió catorce. Sólo 25 fueron los goles que consiguió en las 34 jornadas, lo que supone la segunda suma más baja de su historia en Primera, después de la 69-70 en que se quedó en 20 (solamente Gijón, que pasó apuros para mantenerse, y Coruña, que descendió, consiguieron menos goles). Al menos en el aspecto defensivo no fue tan mal la cosa, con 32 goles en contra, el sexto menos goleado de Primera. Los puntos sumados fueron 29 (-5), los mismos que sus dos inmediatos perseguidores, Gijón y Celta, a los que superaba el golaveraje, y sólo uno más que el Betis, que acabó en el puesto 16º y descendió a Segunda.

Terminada la liga de Primera, aún quedaba para el Granada la copa del Generalísimo, pero también faltaba por disputar el partido en el campo del Huelva, que correspondía a la jornada 16 de la liga andaluza. En el Colombino onubense y ante el Huelva, de Tercera (equiparable a 2ª B) y sin ninguna posibilidad de ascenso, el miércoles 23 de mayo se celebró este partido en el que nada se jugaban ninguno de los dos contendientes. Y menos mal porque el Granada salió goleado de su último compromiso andaluz por 4-0. Jugaron: Navarro; Zunino, Susi, Jover; Ochoa, Pla; Jorge, Santi, Gregorio, Fontenla (Porlán) y Gruart. Como se ve, la alineación granadinista es más el Recreativo (por entonces en Primera Regional, equiparable a la Tercera actual) y no está Echecopar, que fue el único partido de los dieciocho que no disputó. Culminaba así definitivamente el campeonato andaluz en el que el Granada quedó clasificado en segundo lugar, por detrás del Betis y por delante del Sevilla, y no pudo renovar su título de campeón aunque hasta prácticamente la última jornada tuvo posibilidades de hacerlo e incluso ocupó el liderato bastantes jornadas.

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