EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



miércoles, 1 de agosto de 2012

EL RENACIDO RECREATIVO


En la foto, con el antiguo marcador de Los Cármenes de fondo, forma el recién creado Recreativo de septiembre de 1947. De pie: Laureano Martín, Quinito, Delgado, Requena, Hansa, Antonio Carmona y Ramírez; agachados: Cruz, Díaz Cara, Pareja, Navarro y Ros.

La formación de jugadores granadinos que empezaban para, llegado el caso, ser utilizables por el primer equipo fue la razón primera de la existencia del Recreativo que como equipo filial del Granada se creó en 1947, aunque sin olvidar totalmente que también podrían jugar los profesionales. Así en el que es para la historia su partido de presentación, jugado en Armilla frente al Arenas con motivo de las fiestas de San Miguel del año 1947, alineó el Recreativo al jugador de la primera plantilla Galvany, barcelonés que había llegado a nuestra tierra tres temporadas atrás y que en esos momentos aún no había renovado. El catalán fue el autor de uno de los cuatro goles con los que los recreativistas derrotaron a los locales y se llevaron a sus vitrinas la copa donada por el Ayuntamiento armillero.

Esta filosofía la dejó clara el que fue fundador del filial blanquiazul, Ricardo Martín Campos, que en la asamblea general de socios de 28 de junio de 1947, celebrada en los salones del Liceo, en los bajos del desaparecido Teatro Cervantes, y en la que, por aclamación, fue designado como nuevo presidente del Granada CF, dijo que uno de sus objetivos era crear «…una sociedad filial para en ella acomodar a los jugadores reservas y aficionados que sirva para tener en todo momento jugadores en forma y fomentar así la cantera de jugadores locales…». Pronto se decidió que ese club filial de nueva creación se llamaría Recreativo de Granada y vestiría de azul y blanco, recuperando así dos símbolos abandonados siete años atrás, y antes de un mes ya estaba pergeñado el nuevo equipo, al que se dotó de directiva propia, presidida por José Domínguez Sánchez y con José Amigo Vico como vicepresidente, confiando la secretaría técnica a Francisco Carmona Ros y la dirección deportiva a Manolo Ibáñez.

La vuelta a la presidencia de Martín Campos había supuesto un despertar de la afición, que después del descenso a Segunda de dos años antes andaba de bastante capa caída. Así este año se pasa de menos de mil a cuatro mil socios y se fundan varias peñas granadinistas. Dos de las más numerosas, Realejo y Americano, decidieron subvencionar con 150 y 100 pesetas respectivamente al nuevo filial, para premiar a sus jugadores que, como aficionados, nada cobraban, y para ayudar a sufragar los gastos de los desplazamientos.

Ya en competición oficial los partidos del Recreativo los dirimieron fundamentalmente jóvenes granadinos aficionados, con la excepción del argentino Laureano Martín, que había sido fichado para la primera plantilla sin llegar a estrenarse, de Navarro, estudiante de farmacia en nuestra Universidad, y de Cepillo, granadino que ya era veterano y había pertenecido al Granada desde 1939 hasta 1942. Sus jugadores más destacados fueron Almagro, Cea, Requena y Manolo Méndez, todos jugarían en breve en el Granada.

Su primer partido oficial lo jugó en Almería, el 12 de octubre de 1947 ante un club que respondía al nombre de U.D. Almería, filial a su vez de otro club almeriense que militaba en Tercera. Jugaron aquella tarde: Espinosa; Delgado, Requena; Atanasio, Cruz, Ros; Laureano Martín, Cea, Cepillo, Díaz Cara y Pareja. El resultado final fue de empate a un gol con el que iniciar el corto calendario de la 1ª Regional andaluza formada además por los equipos: Fernández Requena (filial del CD Málaga, después denominado At. Malagueño), Azucarera Larios (de Torre del Mar, Málaga), Balompédica Antequerana y Ronda.

Su segundo partido fue en Málaga, frente al Fernández Requena, con resultado de derrota 3-1. Y hasta la tercera jornada no se presentó en Los Cármenes, con goleada ante el Larios, 5-0, los cinco conseguidos por Manolo Almagro, la gran figura del Recreativo, que ya la temporada anterior había sido alineado con el primer equipo y que en esta misma volvió a jugar con el Granada, aunque sólo en una ocasión. Almagro junto a Díaz Cara (que también había jugado en el primer equipo la temporada anterior) pueden considerarse los primeros jugadores promocionados a la primera plantilla desde el filial.

En el corto calendario de sólo diez jornadas, hasta el final tuvo el Recreativo posibilidades de proclamarse campeón. La última jornada, disputada en Los Cármenes ante el Ronda, se saldó con derrota (0-1) frente a los malagueños, que fueron los que ganaron la competición quedando el Recreativo segundo. Jugaron aquel partido: Espinosa; Delgado, Jaime; Atanasio, Méndez, Díaz Cara; Pareja, Cea, Requena, Ros y Antonio Carmona. También formaban parte de la plantilla Quinito, Ramírez, Hansa y Navarro, más el granadino Rivera, que alternó primera y segunda plantilla.

Tampoco le fue mal en la Copa de Andalucía de aficionados, disputada una vez finalizada la liga de 1ª Regional. En la primera eliminatoria el Recreativo, como campeón de Granada, se deshizo del campeón de Málaga, Azucarera Larios, para golear 6-0 al Iberia de Algeciras en partido único disputado en Los Cármenes en la siguiente ronda. El siguiente en caer fue el Bailén, derrotado también en Los Cármenes en eliminatoria a partido único que acabó también 6-0, clasificando al Recreativo para la final, cuyo ganador lucharía por el título nacional. Esta final se disputó en el sevillano campo del Patronato, ante el Sevilla aficionado, donde los recreativistas fueron eliminados al perder 2-1, con un segundo gol sevillista que llegaba ya en la prórroga.

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